¿Sabrías diferenciar una piel mixta de una piel grasa? ¿Tienes brillos en la zona de la frente, la nariz y la barbilla? Posiblemente te encuentras ante un tipo de piel grasa, pero ojo, también podría ser mixta y aprender a diferenciarlas es clave para poder elegir los tratamientos adecuados.
Características de la piel grasa y la piel mixta
Piel grasa
Este tipo de pieles suele ser normal entre los adolescentes, pudiendo llegar a abarcar hasta los veinte años siendo menos frecuente en adultos, donde el tipo de piel que más abunda es la mixta.
Produce más sebo, es decir, la grasa natural de la piel y además no presenta zonas secas, algo que si ocurre con las pieles mixtas.
Se caracteriza principalmente por:
- Tener poros visibles
- Tener acné, puntos negros o espinillas
- Presencia de brillo en la piel, especialmente al medio día
- Tener acné en otras partes del cuerpo como la espalda o el pecho
Para cuidarla correctamente debemos:
- Limpiarla cada noche para evitar el taponamiento de los poros
- Exfoliarla una vez por semana, con un exfoliante suave y mejor líquido
- Evitar tocar las imperfecciones que nos salgan
- Utilizar una crema específica para este tipo de pieles, así se mitificará e hidratará
- Utilizar una base de maquillaje especial para piel grasa, hidratante y aplicándola con una esponja o brocha seca
- Evitar productos con aceites
Piel mixta
Es una mezcla de zonas grasas y zonas secas. Las grasas son las anteriormente mencionadas, en la llamada “zona T” y las secas serían las mejillas, los pómulos y el contorno de los ojos.
Se caracteriza principalmente por:
- Textura más grasa en algunas zonas
- Poros más visibles en la zona T
- Poros en el resto del rostro con un aspecto mate
- Zona T propensa al acné y a los puntos negros
- Diferencias al tacto
- Necesidad de exfoliarla una vez a la semana
Este tipo de pieles es de extremos, es decir, si no la cuidamos correctamente podría volverse o grasa o bien deshidratarse demasiado y convertirse en una piel seca.
Es importante, como hemos mencionado, cuidarla bien y para ello es importante:
- Limpiarla cada día por las noches
- Utilizar productos sin aceites y que no sean abrasivos
- Utilizar crema hidratante sin aceite
- Aplicar la base de maquillaje con la mano
Es bueno tener dos tipos de cremas hidratantes para aplicar diferenciando las zonas. La libre de aceites se aplicará en la zona T y en el resto de las zonas aplicaremos una con aceite.
Rutina facial
Limpiador facial
Echar en la mano una cantidad pequeña de producto y masajear todas las zonas del rostro, haciendo hincapié en aquellas que estén maquilladas. Una vez recorrido todo el rostro, aclarar con abundante agua.
Gel limpiador
Utilizar uno muy suave, que permita retirar los excesos de aceite y residuos anclados en tu piel, pero de manera que no la reseque ni le altere el equilibrio a nuestra barrera cutánea. Utilizar por las noches ya que por las mañanas la piel conserva los productos de la rutina nocturna.
Antes de usarlo, humedecer la cara con agua y posteriormente masajear la piel con el producto haciendo círculos. Masajear con energía y una vez completado, aclarar de nuevo con agua.
Exfoliante facial
Es un proceso que ayudará a eliminar las capas más superficiales de la piel, ayudando a renovarla constantemente. Se debe aplicar un poco de producto, esta vez en la palma de la mano o en un algodón (aunque perderemos producto), y dar pequeños toques sobre la cara. Se puede hacer en cualquier momento del día, aunque para evitar la posterior exposición de la piel exfoliada al sol, lo recomendado es hacerlo por las noches.
Sérum con niacinamida
El sérum permite regular la grasa. Su uso continuado disminuye la producción de sebo y mejora las rojeces. El primer paso consiste en llenar la pipeta hasta un poco más de la mitad y verter el contenido en la palma de la mano. Posteriormente masajear con el producto el rostro hasta que se absorba completamente.
Una opción ideal para incluir en esta rutina sería el Facial Glow Sérum de Matcha & CO. Es un sérum super concentrado que combina el poder iluminador de la Vitamina C estabilizada con el poder antioxidante de la Niacinamida y el Matcha, para hidratar, reafirmar e iluminar la piel, reduciendo los signos del envejecimiento.
Crema hidratante
Es un paso imprescindible, ya que aporta hidratación y evita que nuestra piel tienda a irse a los extremos de la seca o la grasa.
Protector solar
Ayuda a evitar el deterioro prematuro de la piel debido a la exposición a los rayos UVA y UV. En este caso, el protector solar se debe incluir en la rutina de la mañana, minutos después de utilizar la crema hidratante. Aplicarás una cantidad semejante a una cucharita de café y lo harás por todo el rostro y el cuello.