
Al pasar los 30, nuestra piel empieza a cambiar: menos elasticidad, más sequedad y esas líneas finas que antes no estaban. El verano, con su sol, calor y días largos al aire libre, puede ser el mejor aliado de tu piel… o el peor.
Pero aquí va la buena noticia: con unos pocos hábitos sencillos, puedes mantener el brillo natural, la firmeza y la hidratación de tu piel — tengas la edad que tengas. Estos consejos aprobados por expertos son especialmente útiles para mujeres mayores de 30 que quieren disfrutar del verano con una piel fresca y luminosa.
Mejora la firmeza con proteínas
¿Sabías que las proteínas son clave para una piel joven? Tu cuerpo las necesita para producir colágeno y elastina, dos proteínas esenciales que mantienen tu piel firme y resistente. A partir de los 30, esta producción natural comienza a disminuir.
Para cuidar tu piel desde dentro, incorpora proteínas de calidad como legumbres, tofu, quinoa, huevos o pescado magro en tus comidas. Esta base nutricional ayuda a prevenir la flacidez y las líneas finas, manteniendo tu piel firme y lisa.

Nutre tu piel con grasas saludables
Las grasas saludables no solo son buenas para el corazón: también son fundamentales para mantener la piel suave, elástica y bien nutrida. Los ácidos grasos Omega-3 y Omega-6 refuerzan la barrera lipídica de la piel, reteniendo la hidratación y protegiéndola del daño solar.
Asegúrate de incluir aguacates, frutos secos crudos, semillas y aceite de oliva virgen extra prensado en frío en tu alimentación. Estas grasas buenas nutren tu piel desde el interior y ayudan a mantener un aspecto luminoso y joven.
Antioxidantes y matcha: el dúo estrella del verano
Consumir alimentos frescos y crudos ricos en antioxidantes es una de las mejores formas de proteger tu piel del estrés oxidativo provocado por el sol y la contaminación. Los antioxidantes combaten el envejecimiento prematuro y ayudan a mantener la luminosidad natural. Una forma fácil y deliciosa de aumentar tu ingesta es incorporar matcha de alta calidad, como el de Matcha & CO, en tu rutina diaria. Su alto contenido en antioxidantes favorece una piel sana y radiante durante todo el verano.

Mantente hidratada con colágeno hidrolizado
El colágeno es una proteína estructural clave que mejora la elasticidad de la piel y mantiene su hidratación en profundidad. Incluir colágeno hidrolizado en tu dieta —como las opciones deliciosas de Matcha & CO— puede marcar la diferencia. Sus fórmulas también incluyen vitamina C, magnesio y biotina, que favorecen una mejor absorción y potencian los beneficios para piel, cabello y uñas.
Masajes faciales diarios
El masaje facial es una forma natural y sencilla de tonificar y reafirmar la piel. Solo necesitas unos minutos al día para activar la circulación, reducir la hinchazón y relajarte — todo contribuye a un rostro luminoso y descansado.

Usa la yema de los dedos o herramientas como gua sha o roller. Aplica siempre movimientos suaves y ascendentes. Con un aceite o sérum nutritivo, el masaje es aún más efectivo.
Cosmética libre de tóxicos
Con la edad, la piel se vuelve más sensible y el calor y el sol pueden acentuarlo. Apostar por cosmética limpia y libre de tóxicos es esencial para mantener el equilibrio y la salud de tu piel.
Elige productos sin parabenos, sulfatos, fragancias sintéticas ni alcoholes agresivos. Los ingredientes vegetales y suaves cuidan la barrera cutánea y te ayudan a envejecer con gracia y sin irritaciones.
No te olvides de hidratarte
Es básico pero poderoso. Beber suficiente agua al día es clave para tener una piel tersa, luminosa e hidratada. La hidratación reduce líneas de expresión y ayuda a tu piel a recuperarse del sol.
Apunta a 1,5–2 litros de agua al día —más si haces ejercicio o pasas tiempo al sol. ¿Te cuesta beber agua sola? Añade limón, pepino o menta para darle un toque veraniego.
🌞 Reflexión final
Tu piel después de los 30 merece cuidados que evolucionen contigo. Con algunos ajustes —como añadir colágeno, matcha antioxidante y cosmética limpia— puedes brillar con confianza durante todo el verano.
Así que... a disfrutar, verte bien y sentirte aún mejor. ¿Piel de verano? ¡Claro que sí!