
Desde hace un tiempo, todo tipo de manicuras se han vuelto imprescindibles, y las uñas de gel se han convertido en un básico para lucir unas uñas largas y con un aspecto natural.
Pero, aunque embellecen las manos, también tienen un inconveniente importante: pueden debilitar la uña natural al retirarlas, haciendo que se rompa con facilidad y se astille, sobre todo si no se retiran de forma correcta.
¿La manicura en gel daña las uñas?
La realidad es que sí puede dañarlas, y el daño suele producirse durante el proceso de aplicación y, sobre todo, durante la retirada del producto, lo que puede dejar las uñas más débiles, finas y propensas a descamarse.
Además, los componentes del gel pueden causar reacciones alérgicas en algunas personas. Estos componentes son acrilatos, materiales plásticos derivados del ácido acrílico que también se encuentran en pinturas, barnices y adhesivos. Al entrar en contacto con la piel, pueden ser reconocidos como alérgenos y provocar algún tipo de dermatitis.
Asimismo, las manicuras en gel no suelen ser dañinas si se realizan con un buen profesional. Sin una preparación, aplicación y retirada adecuadas, sí pueden resultar perjudiciales. De hecho, no es recomendable retirar las uñas de gel uno mismo si no se va a hacer correctamente, ya que un limado excesivo puede debilitarlas en exceso.
Cuidados después de una manicura en gel
No es necesario acudir a un salón especializado para cuidar las uñas tras una manicura. Para restaurar su salud, bastará con establecer una buena rutina de cuidado en casa:
Cortar y limar las uñas
Una vez retirado el gel, las uñas suelen quedar más finas, débiles y con bordes irregulares, por lo que lo más recomendable es cortarlas y limarlas al ras del dedo para evitar que se rompan. Esto también favorecerá un crecimiento más saludable.
Aplicar vaselina y aceite
No se recomienda usar jabones o cremas comunes, ya que pueden debilitar tanto la uña como la piel circundante. En su lugar, aplica vaselina pura para hidratar la uña y la cutícula.
Coloca un poco de producto en cada uña, cubre también la piel de alrededor, ponte unos guantes y déjalo actuar durante toda la noche.
Otra opción es usar tratamientos hidratantes específicos ricos en aceites, que favorecen la regeneración, eliminan las pequeñas astillas y devuelven el brillo natural a las uñas.
Usar un endurecedor de uñas
El endurecedor es una parte clave del proceso, ya que ayuda a recuperar la dureza y el grosor de la uña, además de protegerla de los golpes, evitando que se dañe con facilidad. Los expertos recomiendan elegir productos con queratina entre sus ingredientes.
Dejar que respiren
Aunque no es estrictamente necesario hacer pausas entre manicuras, sí se recomienda dejar las uñas al natural durante un tiempo. El esmalte debilita la queratina natural de las uñas, por lo que dejarlas sin pintar o solo con una base fortalecerá su estructura.
Apoyar el crecimiento con suplementos
Una buena opción para fortalecer las uñas desde dentro es incorporar un suplemento alimenticio específico en tu rutina.
En este caso, la opción ideal es Hair & Nails de Matcha & CO, un complejo multivitamínico (con vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B12, C, D3 y E) combinado con biotina, L-cisteína, minerales, hierro y matcha, diseñado específicamente para fortalecer el cabello y las uñas, aumentando su densidad, volumen y brillo.
Una alimentación rica en nutrientes, vitaminas y minerales es clave para mantener el cabello y las uñas fuertes. Estos elementos esenciales, junto con la biotina, el zinc, la L-cisteína y el matcha, ayudan a que los folículos pilosos se fortalezcan, de modo que el cabello crezca con fuerza desde la raíz, aumentando su brillo y reforzando tanto el cabello como las uñas.