En espuma, gel, agua micelar o leche… existen muchas opciones en cuanto a texturas, ingredientes y fórmulas al momento de elegir un limpiador facial. Por eso, es tan importante conocer las necesidades de tu piel para escoger el producto que mejor se adapte a ella.
La limpieza facial es la parte más olvidada de las rutinas de cuidado de la piel; solemos pasar por alto que, para que una rutina funcione, la piel debe estar limpia.
Es cierto que no se debe ir a dormir sin antes desmaquillarse, pero igual de importante es realizar una limpieza profunda, incluso si no se han usado cosméticos. Es esencial eliminar toda la suciedad que se acumula en el rostro a lo largo del día.
También es importante saber qué tipo de cosmético es adecuado para este primer paso: cuál es mejor para desmaquillar y cuál para limpiar, pero sobre todo, considerar qué ingredientes o texturas convienen según tu tipo de piel.
Fórmulas más efectivas para desmaquillar
Para encontrar el desmaquillante más adecuado, es fundamental considerar tanto el tipo de piel como los ingredientes, ya que existen muchas texturas y no hay una fórmula única que desmaquille mejor que las demás. A pesar de ello, la opción más recomendada es siempre el aceite, porque disuelve muy bien la suciedad, no reseca la piel y es apto para todo tipo de pieles.
Por otro lado, existe una opción poco recomendable para desmaquillar, aunque sea la más común: el agua micelar. Más que un desmaquillante, debería utilizarse como segundo paso en la limpieza doble nocturna o como único paso en la limpieza matutina.
Para los ojos, es recomendable usar una fórmula específica para esta zona, ya que es más sensible y delicada, y así eliminarás mejor los residuos de maquillaje mientras cuidas los ojos y proteges las pestañas.
Textura según el tipo de piel
Como ya hemos mencionado, todas las texturas son efectivas para la limpieza facial, teniendo en cuenta que el aceite es más recomendable para desmaquillar y el agua micelar debe usarse como segundo paso o por la mañana. Sin embargo, según el tipo de piel, se recomiendan las siguientes texturas:
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Piel mixta: Texturas en gel o espuma
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Piel seca: Leches limpiadoras
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Piel sensible: Agua micelar
Todo esto considerando que los ingredientes también juegan un papel fundamental.
Ingredientes recomendados según el tipo de piel
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Piel grasa o mixta: Usa limpiadores con activos seborreguladores, como ácido salicílico, aceite de árbol de té (tea tree) y niacinamida, junto con ingredientes antiinflamatorios como el té verde o el propio ácido salicílico.
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Piel sensible: Opta por limpiadores ricos en ingredientes calmantes, descongestionantes y antirojeces, como alantoína, aloe vera, niacinamida, té verde o centella asiática.
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Piel seca: Busca fortalecer la barrera protectora de la piel, eligiendo productos con sustancias hidratantes como pantenol, glicoles, urea, alantoína, ácidos hidroxi y ácido hialurónico. También pueden contener sustancias emolientes como aceites.
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Piel normal: Al ser un tipo de piel equilibrada, es la más versátil y puede utilizar cualquier tipo de limpiador diseñado para piel normal.
Además de estos pasos en el cuidado facial, también es interesante incluir en tu rutina diaria un complemento alimenticio que ayude a cuidar la piel desde el interior. En este caso, una opción ideal es Skin Cure de Matcha & CO.

Está desarrollado para mejorar radicalmente la barrera protectora de la piel, así como su hidratación, firmeza y elasticidad. Contiene una mezcla única de probióticos específicos para la salud cutánea, además de colágeno, ácido hialurónico, matcha y vitamina B2.
El colágeno tipo I, la elastina y el ácido hialurónico presentes en Skin Cure provienen de la membrana del huevo, una nueva fuente vegetariana que ayuda a mejorar la barrera protectora de la piel, reducir la inflamación y prevenir el envejecimiento, al tiempo que favorece la hidratación y la elasticidad.