Menos es más
Está comprobado que comer ligero al mediodía puede prevenir la fatiga de la tarde. Durante la digestión, el cuerpo requiere una gran cantidad de sangre en la zona digestiva, “tomándola prestada” del cerebro y del corazón, por ejemplo. Lo ideal es quedarse con una ligera sensación de hambre. De hecho, los japoneses creen que se debe comer hasta sentirse 80% lleno para lograr una digestión tranquila.
Una ensalada con tomates, lentejas, arroz salvaje y aguacate, como la que encontrarás en nuestro libro “Matcha, el placer de cuidarse”, es la comida perfecta para un día en la oficina o en casa.
Evita el café
Tomar café después de las comidas puede aumentar la vasoconstricción, lo que podría hacerte sentir aún más cansado. En lugar de café, los expertos recomiendan tomar té verde. Puedes prepararlo con leche y hielo para un snack saludable a media tarde, lleno de energía y antioxidantes.
Además, el matcha libera energía de forma gradual durante unas seis horas, ayudándote a mantenerte más alerta y concentrado durante toda la tarde.
Mastica chicle
Masticar chicle aumenta el flujo de sangre y oxígeno al cerebro, lo que te ayuda a concentrarte mejor y mantenerte despierto.
Luces, cámara, acción
La luz ayuda a mantener la somnolencia a raya. Si trabajas en un espacio con luz natural, aprovéchala al máximo y evita cerrar las cortinas o persianas. Si no dispones de luz natural, una lámpara adicional en tu zona de trabajo te ayudará a superar la tarde con energía, haciendo que las horas antes del paseo vespertino pasen más rápido.
Pon en práctica estos consejos y, aunque estés en la oficina, te sentirás tan renovado como si estuvieras bajo una sombrilla en un día soleado.