
El té verde es un tipo de té que proviene de la planta Camellia sinensis. Es originario de China pero la mejor calidad de té verde proviene de Japón.
El té verde se cosecha principalmente dos veces al año: en primavera y en otoño, aunque hay plantaciones que pueden llegar a recolectar hasta cuatro cosechas al año. La cosecha de mayor calidad es la cosecha de primavera ya que tiene un sabor, un color y un tacto más vivo y natural.
El consumo de té verde está directamente relacionado con múltiples beneficios para la salud. Algunos ejemplos son:
Contribuye a aumentar la pérdida de peso al combinarlo con una dieta equilibrada y ejercicio ya que acelera el metabolismo (1)
Contiene una gran cantidad de antioxidantes que contribuyen a reducir la oxidación de las células (2).
Puede contribuir a no desarrollar diabetes tipo II ya que contribuye a reducir los niveles de azúcar en sangre (3)
Tomar té verde no tiene contraindicaciones o efectos secundarios severos. Sin embargo, sí puede afectar negativamente en los siguientes casos:
Personas sensibles a la cafeína: aquellas personas que sufren insomnio, ansiedad o irritabilidad no deberían tomar té verde 5 horas antes de acostarse.
Personas que toman anticoagulantes ya que el té verde contiene una dosis elevada de vitamina K y puede hacer que el medicamento sea ineficaz.
Preparar un té verde es simple y rápido. Se puede tomar frío o caliente y mezclarlo con agua, leche o bebida vegetal como leche de avena, leche de soja, o leche de almendras.
Calienta 60 ml de agua a 80 ºC y vierte entre 0,5 g y 1 g de té verde en polvo. Mézclalo con un batidor eléctrico o de bambú hasta que quede disuelto y espumoso. Añade 190 ml de agua, leche o tu bebida vegetal favorita y…¡listo para tomar!
Si, un té verde contiene entre 25 y 45 mg de cafeína y un té matcha contiene 35 mg de cafeína /dosis.
Los efectos de la cafeína y teína tienen un pico de efecto entre los 15 y 45 minutos tras haberse consumido.
La principal diferencia entre el té negro y el té verde es que el té negro está oxidado y el té verde no. Para obtener té negro, las hojas primero se enrollan y luego se exponen al aire para favorecer el proceso de oxidación, hasta llegar al 100%.
Por contra, cuando se procesan las hojas del té verde durante la recolección, se intenta evitar la oxidación, dando un rápido baño de vapor lo antes posible. Una menor oxidación significa que el té verde tendrá un color más claro y un sabor más fresco y vegetal.