
Un nuevo estudio publicado por la Universidad McGill en Montreal, Canadá, demuestra que las bolsitas de té infusionado contienen millones de micropartículas de plástico que consumimos cuando infusionamos un té.
Los microplásticos, definidos como partículas de menos de 5mm, se han encontrado previamente en botellas de agua de plástico y otras comidas, pero en este caso, Laura Hernandez, una de las investigadoras, observa que en las bolsitas de té infusionado el número de partículas es significativamente mayor.
En el estudio descubrieron que una sola bolsita de té liberaba alrededor de 11.600 millones de microplásticos y 3.100 millones de nanoplásticos en el agua. Partículas completamente invisibles a simple vista.
La mayoría de las bolsitas de té infusionado se fabrican con papel y se utiliza plástico para cerrarlas. Sin embargo, un nuevo tipo de bolsitas de té en forma piramidal contiene mayores cantidades de plástico y son las afectarían a nuestro organismo.
Para evitar el consumo de microplásticos, una alternativa es tomar el té en polvo. Una vez se obtienen las hojas de la planta de té se transforman en polvo mediante una técnica ancestral con molinos de piedra, obteniendo un polvo fino de entre 15 y 20 micras. El té no contiene ningún aditivo, colorante, ni conservante y se puede tomar mezclándolo con agua o leche utilizando un batidor o una cuchara.
Cuando tomamos el té en polvo, no sólo evitamos consumir microplásticos, sino que estamos absorbiendo todos los nutrientes y antioxidantes que contiene la hoja de té molida.
Cuando por ejemplo tomamos un té matcha en polvo en vez de un té verde infusionado, estamos consumiendo la hoja entera de té y por tanto estamos absorbiendo hasta 10 veces más sus propiedades.