Vitamina C: cómo funciona una de las vitaminas más potentes para tu piel

También llamada ácido absórbico, la vitamina C se ha popularizado como remedio antienvejecimiento.
Actualmente, la vitamina C es sinónimo de belleza por muchos motivos. No solo por las conocidas propiedades que aporta a nuestro organismo en forma de inmunidad (“¡toma naranjas para no resfriarte!”) y su participación en la formación de colágeno, sino también por su potentísima acción antioxidante que bloquea los radicales libres.
Según los expertos, la vitamina C es probablemente el antioxidante tópico más potente que hay actualmente en el mercado, ya que estimula el colágeno de forma natural.
A nivel práctico, el efecto que hace sobre nuestra piel está relacionado con una mejora del brillo y un aporte de elasticidad y firmeza.
A continuación, veremos las distintas posibilidades de consumo que nos ofrece la vitamina C.
Alimentos ricos en vitamina C:
Aunque es cierto que la vitamina C que ingerimos a través de los alimentos no suele ser suficiente para notar efectos sobre nuestra piel, sí necesitamos ingerirla de forma diaria para potenciar nuestra inmunidad y otras funciones de nuestro organismo, como una rápida cicatrización.
Además, nuestro cuerpo no la produce ni la acumula, con lo que necesitaremos estar atentos a qué alimentos tomar para asegurarnos de estar bien provistos de ella. Aquí tienes cuatro de ellos, que podrás incorporar en tu dieta de forma sencilla.
- La papaya: conocida por facilitar la digestión y por ser muy baja en calorías, la papaya contiene 70 mg de vitamina C por cada 100 gramos. 20 mg más que la naranja. Además, aumenta la sensación de energía, al ayudar a que asimilemos mejor el hierro.
- El té matcha: nuestro queridísimo té matcha contiene generosas cantidades de vitamina C, que dependerán de la pureza de su hoja y del cuidado en la recolección del mismo. En el caso de nuestras variedades, ambas orgánicas y de calidad ceremonial, podrás encontrar 300 mg de vitamina C por cada 100 gramos.
Si aún no te has iniciado en el mundo del matcha, te recomendamos adquirir un set con el que prepararlo de forma fácil y rápida.

- El kiwi: con el kiwi no solo estarás absorbiendo una buena cantidad de vitamina C, sino que además te aportará 295 gramos de potasio por cada 100 g, cosa que producirá un efecto diurético en tu organismo. ¡Adiós a la retención de líquidos!
- Grosella negra: aunque probablemente no sea el ingrediente más común en tus platos, la grosella negra tiene elevadas cantidades de vitamina C. De hecho, tiene 4 veces más cantidad de vitamina C que la naranja, 189 mg por cada 100 gramos. Si no sabes cómo consumirla, te recomendamos añadirla a guisos, pasteles o salsas.
- El brócoli: como ves, para gustos, vitamina C. Y es que el brócoli es un gran aporte de esta sustancia. La mejor manera de consumirlo con ese fin es comerlo crudo, pero si no te gusta, puedes cocerlo un poquito. ¡Intenta no cocinarlo mucho para que no pierda sus propiedades!
¿Y si la aplicamos de forma tópica?
Después de estos alimentos que puedes empezar a consumir desde ya, vamos a esclarecer en cuatro puntos qué criterios seguir a la hora de aplicarla de forma tópica.
- ¿Cuál es tu ph?
Según la composición de tu piel, absorberás de una u otra forma la vitamina C. Si tienes la piel sensible, lo mejor es una fórmula con pH natural, como de 5 a 6. Si, en cambio, tienes una piel normal, es mejor que apliques vitamina C con un pH bajo.
- No te olvides del protector solar
Aunque algunas ideas preconcebidas indican lo contrario, la vitamina C no hace que te salgan manchas o que te quemes antes. Pero debes aplicarla bajo un protector solar de 30 FPS, como mínimo. Cuando lo hagas, sumará al efecto del mismo. Ya que, se ocupará de algo que no pueden hacer los protectores solares: neutralizar el daño de los radicales libres.

- El sérum es una muy buena solución
En todo neceser de quienes se preocupan por la belleza de su piel, suele haber un sérum. Los sérums se han popularizado gracias a la gran concentración de activos que pueden llegar a poseer. En el caso de esta vitamina, la mantienen en condiciones óptimas, a la vez que potencian su penetración la piel.
- Cuidado con su conservación
La vitamina C debe conservarse en un espacio fresco y sin luz, por eso muchas veces la encontrarás en frascos de cristal con tonalidades oscuras. Asegúrate también de que esté cerrada de forma hermética, no vaya a ser que pierda sus magníficas propiedades.
Con estos pequeños tips, esperamos haber arrojado un poco de luz sobre el complicado mundo de la vitamina C y que te hayas animado a aumentar el aporte que recibes de la misma.