Dermatitis atópica: causas, síntomas y tratamiento

La dermatitis atópica es una de las patologías más frecuentes y afecta al 20% de los niños y 10% de los adultos.
¿Qué es?
Se trata de una enfermedad cutánea inflamatoria crónica y recurrente. Se caracteriza por la aparición de rojeces en la piel, la cual también se presentará seca. Además, notaremos un picor intenso.
Su distribución y la presentación puede variar en función de la edad del paciente, pudiendo cubrir la mayor parte del cuerpo en los casos más graves.

Se presentará más comúnmente, y dependiendo de la edad, en:
- Frente, cara, parpados y laterales del cuello
- Manos y muñecas
- Plantas de los pies
- Zonas flexoras (por ejemplo, los codos)
Tipos
La dermatitis atópica se puede clasificar principalmente en tres tipos:
Del lactante
Suele empezar sobre los cinco meses de vida, aunque en algunos casos puede manifestarse antes. Suele ubicarse en la cara, excepto en el área que bordea los ojos, la boca y la nariz. También puede aparecer en las orejas, el dorso de las manos o el cuero cabelludo. El prurito, o picazón de la piel, permanece de manera constante.
Infantil
Suele comenzar alrededor de los dos años, y puede perdurar hasta los siete o el comienzo de la pubertad. Las lesiones son frecuentes en los codos y las rodillas, aunque también pueden manifestarse en otras zonas del cuerpo.

Del adulto
Las lesiones típicas que aparecen en edad adulta son placas de piel engrosada. Las zonas habituales donde se manifiestan son; la nuca, los pies, el dorso de las manos, la zona de extensión de las piernas y de flexión de las muñecas.
Causas
Existen diversos factores que pueden aumentar o disminuir la probabilidad de desarrollar dermatitis atópica, así como favorecer o reducir la aparición de los brotes. Cuando hablamos de diversos factores, nos referimos principalmente a factores genéticos y factores ambientales, aunque también existen otros.
Las causas genéticas incluyen diferencias en las proteínas que forman parte de la barrera cutánea. Cuando esta barrera se rompe, la piel pierde hidratación, se vuelve más seca, irritada e hipersensible. Es ahí cuando muestra una mayor tendencia a la infección.
Referido a las causas ambientales podríamos destacar:
• Clima
• Entorno urbano, contaminación y humo de tabaco
• Dieta deficiente
• Alta exposición a endotoxinas durante el primer año de vida
• Irritantes de la piel

A parte de estas, también podemos mencionar otras como las alergias alimentarias o al polvo, el uso de tejidos como la lana o el nylon, el estrés, el insomnio o el sudor.
Síntomas
Como ya hemos mencionado, la piel atópica es una piel extremadamente seca además de rasposa y nada cómoda ya que las personas que la padecen se quejan de prurito, dolor, ardor e incluso fisuras dolorosas.
En este tipo de piel aparecen eccemas que se caracterizan por:
- Eritema o rojez
- Exudado o secreción sobre los eccemas
- Descamación
- Costras
- Hormigueo o irritación
Tratamiento
Los tratamientos que recomiendan los expertos van encaminados hacia la prevención. Es importante evitar la sequedad cutánea, tratar la erupción, mejorar el picor y minimizar la exposición a los factores que nos la producen. En este sentido deberíamos:
- Hidratar la piel diariamente: es importante encontrar un tipo de crema o leche hidratante que nuestra piel acepte. Cuanto más espesa sea, mejor función barrera y mejor hidratación nos aportará.

- Tratar la erupción: los medicamentos más usados son los corticoides tópicos. Se recomienda acudir con un experto para que nos pueda recomendar el producto que más se adapte a nuestra piel.
- Tratar el picor: se le debe explicar al médico si hay mucho picor o si este afecta a la calidad del sueño.
- Evitar factores desencadenantes: los más frecuentes incluyen; el baño superando los 5-10 minutos recomendados (sin la correcta hidratación posterior), una baja humedad, exposición al humo del tabaco, estrés y sudor.
- Reconocer infecciones como un factor desencadenante: las personas atópicas tienen la barrera cutánea alterada y, por ello, tienen mayor riesgo de infecciones cutáneas.
Además de este tipo de tratamientos, también podemos incluir en nuestro día a día una rutina que nos ayude a mejorar nuestra barrera protectora de la piel. Esto podemos hacerlo a través de productos como Skin Cure de Matcha & CO.

Skin Cure, elaborado con membrana de huevo, probióticos y ácido hialurónico, mejora la barrera protectora de la piel y favorece la reducción de la inflamación lo que hace que síntomas de la dermatitis como la descamación, el enrojecimiento, la irritación o los picores, se vean drásticamente reducidos. Además, también nos aportara hidratación, firmeza y elasticidad.